El uso continuo y graduado de sinónimos, antónimos, hiperónimos, hipónimos , cohipónimos y palabras derivadas, debe ser incluido en textos orales y escritos.
Actualmente se trabaja con “constelación de palabras”. También llamado “campo asociativo” por algunos autores.
Apostemos por una educación afectiva, una educación desde el Ser donde cada niño y niña se involucre en un proceso de crecimiento motivador, desde la colaboración y el descubrimiento; desde la creatividad y la curiosidad; desde el pensar, el sentir y el vivir en armonía.
Algunas actividades metalingüísticas como clasificar, comparar, buscar ejemplos, buscar contraejemplos, identificar rasgos comunes, etc, nos llevan hoy a una nueva concepción de APRENDIZAJE: “pensar juntos”, lo que permite aumentar el vocabulario activo (palabras que usamos al hablar) y el pasivo (palabras que entendemos).
Históricamente, el sistema escolar ha estado promoviendo dos de las inteligencias, la inteligencia lógico-matemática y la lingüística, perjudicando a los niños y niñas que tienen más desarrolladas otras vías de aprendizaje y desequilibrando el potencial holístico de cada individuo.
Cada expresión fónica de los signos lingüísticos es representada por la escritura, habiendo una correspondencia directa entre grafía y sonido.
A diferencia de lo que muchos creen, Lucía valida la forma en la que Victoria se expresa, considerando que quizás sea “otra lengua” que ella desconoce pero que existe y que es posible ser aprendida.
He aquí una crucial distinción entre un niño que presenta un deterioro cognitivo y otro que, sólo no ha tenido oportunidades para desplegar su pensamiento y sus capacidades de representación.
Sin embargo, Victoria cuenta con la dicha de tener cerca otras personas que desde siempre han confiado en ella. Sus compañeros siempre supieron de todo lo que era y es capaz, la han alentado en la maravillosa aventura de crecer haciéndole de sostén y soporte a cada paso. Siempre pudieron comunicarse con ella, mucho antes que otros supieran que Victoria podía hablar; siempre le comprendieron pese a que otros pensaban que hablaba en otro idioma.
Desde un punto de vista integral, ninguno de estos subsistemas es más o menos importante que otro, puesto que los avances, estancamientos o alteraciones específicos afectarán de una u otra forma la expresión total de la conducta.
En distintas experiencias con niños y niñas, se puede observar que no presentan patologías de especificidad lingüística pero, en cambio, podemos registrar cierto “empobrecimiento simbólico” que compromete los diversos modos de representar la realidad.