El término «disfagia» no hace referencia a una enfermedad, sino a un síntoma caracterizado por la sensación subjetiva de dificultad o molestia en el traslado del bolo alimenticio, en sus estados sólido y líquido, así como de las secreciones endógenas; desde la boca hasta el estómago. Puede ser debida a una alteración estructural o funcional a partir de la cual se ven comprometidas una o más fases del proceso deglutorio, afectando a pacientes de todas las edades, desde bebés a mayores (Velasco y García-Peris, 2009).
La modificación del nombre TEL a TDL, como otra serie de cambios en sus criterios diagnósticos han generado algunas inquietudes y desacuerdos entre los especialistas de la salud, así como en la población general relacionada con esta condición; p.ej., padres o maestros. En este trabajo, sin embargo, el enfoque se centrará en las sugerencias realizadas por los expertos que participaron en el proyecto CATALISE (Bishop y cols., 2016).
Microtia significa oreja pequeña. Es una malformación congénita del oído externo. Se presenta con más frecuencia de manera unilateral del lado derecho y puede estar comprometida la audición.
La anorexia, es el trastorno alimenticio que produce dejar de comer o no comer lo suficiente para mantenerse saludable. En los adultos mayores este trastorno se debe principalmente, al problema que para ellos significa la compra y elaboración de los alimentos entre otros problemas.
En la afasia de expresión, según Broca, los pacientes oyen y comprenden todo lo que se les dice; conservan toda su inteligencia; emiten sonidos vocales con facilidad; efectúan con los labios y la lengua movimientos más amplios y más enérgicos de lo que exigiría la articulación de sonidos, y , sin embargo, la respuesta perfectamente cuerda que querrían hacernos llegar se limita a un número muy pequeño de sonidos articulados, siempre los mismos y siempre ordenados de la misma manera...Lo que a perecido en ellos no es la facultad del lenguaje, ni la memoria de las palabras, ni la acción de los nervios y los músculos de la fonación y la articulación: es la facultad de coordinar los movimientos propios del lenguaje articulado.
La voz se convierte en el reflejo de nuestro ritmo interno, por eso en muchas ocasiones el habito de gritar puede ir acompañado de alteraciones de tipo psicológico, emocional o situaciones de angustia.
La inclusión de estrategias de promoción y prevención de la salud auditiva en adultos mayores en el primer nivel de atención está escasamente desarrollada, resultando llamativa la ausencia persistente de una temática como la detección temprana de alteraciones auditivas en la vejez, en atención primaria de la salud (APS). Es evidente que, si bien se trata de un fenómeno que en el discurso cotidiano de las personas es muy frecuente, aún no aparece en la agenda política y/o de investigación nacional, generando de este modo un vacío de datos científicamente válidos.
Si los padres – madres, somos consecuentes en observar a nuestros niños y niñas, podríamos contribuir en su tratamiento cambiando en unos casos de actitud; mirándole a la cara cuando le hablamos, estimulando su lenguaje y proporcionándole algunos ejercicios de masticación y de soplo, a manera de juego.
El progresivo aumento del número de personas mayores de 60 años en la población mundial, debido a la mejora de la expectativa de vida, ha producido que cada vez sea mayor la prevalencia de enfermedades crónicas dependientes de la edad; entre estas, ocupan un lugar destacado las relacionadas con los órganos de los sentidos, que actualmente deben ser reconocidas como un problema de salud pública. La pérdida auditiva es una problemática importante para las personas mayores; la presbiacusia está incluida entre las denominadas patologías del envejecimiento, siendo la tercer enfermedad crónica más prevalente, después de la hipertensión y la artritis.
Se dice que el concepto de ADHD es controvertido; esta controversia ha llegado a los medios de comunicación. Cuando estos describen conductas delictivas como típicas de estos niños tergiversan la realidad. El ADHD no lleva a un niño a comportarse antisocialmente en forma deliberada. Estas serían graves manifestaciones del trastorno disocial y del negativista desafiante.
Diversos estudios, han puesto en evidencia que el ADHD se debe a un desequilibrio de los neurotrasmisores cerebrales. Este desequilibrio afectaría las áreas responsables del autocontrol y de la inhibición del comportamiento inadecuado.